Al final siempre ganan los monstruos | Punki
Los inadaptados, los raritos y los que se echaron a perder.
Esta es la historia de Juanillo, El Cucaracha, Lolo, Jony, Vanessa y unos cuantos más. Un grupo de treintañeros con el pelo teñido, la música demasiado alta, que toman cerveza y comen bolsas enteras de patatas fritas; amigos de toda la vida, que pasan sus días juntos en Villa de la Fuente, su pueblo natal. Aunque sus vidas han evolucionado de maneras diferentes y cada uno tiene intereses muy diversos, todos comparten una cosa en común: la adicción a las drogas, especialmente a la cocaína, una vía de escape de las vidas que están cansados de vivir.
La cocaína no causa destrozos evidentes en el cuerpo, por lo que los jóvenes protagonistas pueden intentar disimular su dependencia ante sus seres queridos, compañeros de trabajo y demás conocidos. Sin embargo, los secretos no pueden guardarse para siempre.
Sus vidas dan un vuelco cuando Juanillo es hospitalizado y pasa ocho días en coma. Ese es el grotesco resultado de un atraco que sufrió mientras vigilaba la plantación de marihuana de su amigo Jony. A partir del accidente, los protagonistas narran su punto de vista del suceso, de todo lo que vino antes, todo lo que viven actualmente y todos los eventos que acontecen después. Todos ellos comparten el mismo punto de vista, y es que están seguros de que, al final, siempre ganan los monstruos que escondemos dentro.
En Punki, Álex y Paula —que insiste que le llamen Polly, como la canción de Nirvana— son mejores amigos desde la infancia, compañeros de lágrimas, borracheras, noches en vela, risas y fatigas. Ambos viven en Villa de la Fuente, un pueblo granadino cuyas calles y hogares se inundan de desgracia y dolor. En ese melancólico escenario del que están deseosos de escapar, se refugian el uno en el otro y se prometen que un día conseguirán dejar todo atrás y comenzar de cero, juntos.
A pesar de su íntima conexión, el joven dúo se enfrenta a una cierta dificultad para compartir lo que sienten: tienen tanto que decirse que, a veces, las palabras se quedan cortas. Por eso, se comunican a través de cintas de casetes.
Esta obra, dividida en Cara A y Cara B, es, ante todo, una historia de amor: del amor que es mutuo y no se sabe que lo es, del amor que es tan profundo que no se revela por miedo a perder a la otra persona, y de las consecuencias de mantener ese secreto. Pero Punki narra también las vivencias de otros habitantes del pueblo, como la familia “Vuelcavasos”, los “Manolillos” o los “Tontodobles”. Y es que Villa de la Fuente es un lugar repleto de historia, habitado por complejas y variopintas personas, cuya sombra es tan alargada que, como deberán aprender los protagonistas, nunca se puede escapar.
DATOS RELEVANTES: Al final siempre ganan los monstruos nace en un Club de Lectura online, donde Juarma publicaba las historias de los protagonistas. El abrumador interés de los lectores condujo a que el autor entrelazase las tramas, creando como resultado esta adictiva novela. La obra es la primera entrega del ciclo Villa de la Fuente, una hexalogía (aun en progreso) sobre los habitantes de este simbólico pueblo.
Al final siempre ganan los monstruos es el debut novelesco de Juarma, reconocido por su faceta de dibujante y sus cómics underground. El autor, que cuenta con una notable base de seguidores en redes sociales, comienza su recorrido en el ámbito de la literatura con un notorio éxito, tanto en ventas, con 25.000 ejemplares vendidos, como entre la crítica, que alaba su magistral y desgarradora pluma. Esta novela cuenta asimismo con un gran potencial audiovisual: su entremezcla de tramas trágicas con momentos de luz más humorísticos recuerdan a grandes series como Shameless, o a la alabada película argentina, Relatos Salvajes.
La crítica ha dicho:
“Trainspotting en un pueblo de Granada. Una novela que podrían haber escrito Irvine Welsh o Santa Teresa de Jesús. Psicótropa, dinamitera, localista”. Cristina Morales.
“En la novela encontramos un colorido reconocible de la juventud de la España profunda, además de un ritmo trepidante, humor bruto y ternura. Y con estos elementos, como en un western crepuscular y quinqui, se narra el ocaso del grupo salvaje”. ABC.
“Juarma no es solo el escritor más honesto. Es, también, talento, risa, herida. Este libro es un milagro en nuestras letras”. Miqui Otero.
POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Movie.
IDIOMAS DISPONIBLES: Español.
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