Chicas muertas

Detrás de los “feminicidios” estuvieron ellas.

El feminicidio de María Luisa Quevedo, ocurrido en la Argentina de los 80 despierta la conciencia de una joven, Selva, pues a partir de ese evento comienza a distinguir los síntomas de una enfermedad crónica en la sociedad. Al crecer, Selva decide hacer una investigación periodística de tres feminicidios ocurridos durante su juventud: el de María Luisa, Andrea Danne y Sara Mundín. Revisa reportes policiales y habla con los familiares vivos de las chicas.

María Luisa Quevedo tenía 15 años y trabajaba en un hotel cercano a su casa, se cree que después de su jornada salió con dos amigas y tres amigos. Su cuerpo fue hallado sin vida días después de su desaparición. El hermano de María Luisa ha pasado años tratando de encontrar respuestas a su crimen, decantándose incluso por historias más cercanas a una novela de espionaje que a la realidad.

Andrea Danne tenía 20 años y dormía en su habitación cuando la mataron de una puñalada en el corazón. Esa misma noche había rechazado asistir a un baile porque debía prepararse para un examen que nunca llegó a tomar. Su novio organizó marchas para exigir justicia. Años después, una chica es detenida por tráfico de drogas, durante su interrogatorio dice saber quién mató a Andrea: un empresario de origen chino y su asistente. Todo resulta ser mentira.

Sara Mundín era una joven madre de 20 años que tenía un amante mayor, con quien salió un día para no volver. En diciembre de ese mismo año le atribuyeron su identidad a un cadáver que no correspondía. Su amante fue apresado y liberado rápidamente, ante la frustración de su madre y hermana.

Cuando los recursos económicos y los caminos para la investigación se agotan, Selva acude a una tarotista para intentar encontrar algo similar a una respuesta. Selva no fue la única que buscó una solución en lo sobrenatural: los padres de María Luisa fueron a ver a una vidente que les auguró que en 3 días obtendrían información. El novio de Andrea cruzó a Uruguay para entrevistarse con un famoso vidente. Lo mágico parece ser la única vía por la cual llegar a la verdad ante un panorama tan desolador.

En las varias sesiones de tarot, las cartas arrojan que María Luisa no entendió lo que le pasó, la vida todavía era muy nueva para ella, pero está feliz de que su hermano la tenga como propósito; que Andrea tenía un amante que se suicidó después de enterarse de su muerte, pero este no la mató; de Sarita nunca hubo rastro, la tarotista cree que ella estuvo viva hasta hace poco.

Es la tarotista quien le cuenta la leyenda de la Huesera: una vieja que junta huesos de lobos, los une y rehace el esqueleto, al cual le canta para que cobre vida, el lobo ahora con cuerpo, sale corriendo y se transforma en una mujer que corre libremente hacia el horizonte, riendo. Ella le sugiere que tal vez esa sea su misión: juntar los huesos de las chicas, armarlas, darles voz y después dejarlas correr libremente hacia donde sea que tengan que ir.

 

DATOS RELEVANTES: Chicas muertas es una conmovedora historia, inspirada en hechos reales, que recuerda a los trabajos de Truman Capote, Rodolfo Walsh y Francisco Mouat. Con toques de crónica policial y thriller, Selva Almada nos brinda una historia que repercute en la sociedad contemporánea y del cual es necesario hablar.

Finalista del Premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Gijón a la mejor obra de no-ficción de género negro.

Comparada con Carson McCullers, William Faulkner y Flannery O’Connor, Selva Almada, es una de las escritoras más reconocidas de Argentina y de América Latina.

La autora ganó el First Book Award otorgado por el Festival Internacional del Libro de Edimburgo. Además, ha sido finalista del Premio Tigre Juan (España) con su novela Ladrilleros.

 

Lo que ha dicho la crítica:

“Selva Almada reinventa el imaginario rural de un país. (…) Una autora dotada de una potencia y una sensibilidad poco frecuentes.” Rolling Stone

“Selva Almada es una de las narradoras fundamentales del siglo XXI.” Revista Cine y Literatura

“Almada dibuja personajes —las muertas y las que todavía viven— subyugadas, encerrads en una vida opresiva sin ventilación. El destino tiene en Chicas muertas el aroma de la tragedia griega: inmutable, irreversible, fatal.” El País

 

POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Movie.

IDIOMAS DISPONIBLES: Francés, Inglés, Italiano, Portugués, Alemán, Holandés, Sueco, Noruego y Turco.

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